Las mujeres del México prehispánico, eran educadas en casa por sus madres en las labores del hogar y valores morales. Sin embargo, había una escuela llamada Ichpochcalli,para quienes aspiraban a convertirse en sacerdotisas, y únicamente podían tener acceso a ella las mujeres de la nobleza. También había escuelas especiales llamadas Cuicacalli, donde se les enseñaba a cantar, entre otras actividades, siempre con un fin religioso, aunque esta última no era exclusivamente para las mujeres.
Desde la infancia las mujeres tenían la obligación de ser el equilibrio y soporte de la familia, se describe el nacimiento de una niña frente a las demás mujeres de la comunidad, que deberá ser ‘el corazón de su hogar’.
La capacidad reproductiva de la mujer prehispánica era valorada y representada de diferentes formas artísticas, era relacionada con la tierra. La interpretación del rol de la mujer se deduce de las figuras, y pinturas en que se personificaba a la mujer embarazada.
Su carácter se centraba en la maternidad, su identidad se construía a partir de función reproductora, su cuerpo y sexualidad definidos a partir del desarrollo de la vida de los otros, de la continuidad del grupo.